Te la beberías en vasito de lo buena que está. Pero esta mermelada es para tomarla en pequeñas dosis: el alcohol se evapora, pero queda el sabor de las hierbas aromáticas, que redondean el sabor de la naranja. La alegría te baja por el cuerpo y te sube a la cabeza.
Obviamente, la hemos probado con tostadas, con yogur, en tortitas de avena y todas las variedades de desayuno. Pero también nos hemos atrevido con gruyere o emmental, con bizcocho de almendra, con pato… ñam.
INGREDIENTES
Naranja (59%), azúcar de COMERCIO JUSTO (23%), vermú (11%), zumo de limón y piel de naranja.