A través del sabor se pueden expresar infinidad de ideas. Podemos ser delicados, expresar amor, volcar pasión, transmitir un arrebato, resultar un poco amargos, seducir, reivindicar, saltar por los aires, aplaudir con las papilas.

Las mermeladas, dulces ma non troppo, no tienen por qué contar la misma historia cada día: las combinaciones de fruta + especias, hierbas aromáticas, infusiones, licores… son tan infinitas como los pensamientos que se nos pueden pasar por la cabeza en un minuto.

Los chutneys, una especie de confituras combinadas con especias, vinagre y picante, quizá te retuerzan la lengua y te pinchen el corazón, sin embargo, siempre te dejan con ganas de más. Geniales para combinar con salados, para sorprender y añadir picante, para subir de potencia cualquier plato y cualquier evento entorno a él. C U A L Q U I E R A. Levanta el pie del freno y disfruta.

Y hablando de ideas, BRUTAL tiene una bastante clara: para seducir es importante la honestidad. Por eso usamos productos en su punto perfecto de maduración, siempre buscando la cercanía, y con azúcar de comercio justo. Porque sí, porque lo que hacemos y pensamos es lo que somos.

Un grito para liberar el estrés y mandar al carallo las ataduras y otros asuntos grises que no quiero ni mentar. Echo mis ideas a la olla, remuevo y comienza a salir lo mejor de mí.

Lo que hago está rico. ‘Brutal’, dicen. Y eso era lo único que quería hacer. Disfrutar de un puto desayuno en paz. O de una comida que me explote en la boca de sabor, de las que me hacen olvidar hasta el apellido.

Al final, encontré la manera de compartir esta liberación con más gente. Para ello, cuento con los chicos de Kitchen 154, mis socios. Hablamos el mismo idioma, y ellos me han dado un peldaño para subir más alto y un altavoz para seguir gritando. Y también con mi equipo personal de cheerleaders (entre ellos especialmente mi muy amigo Jabb, creador del logo de BRUTAL y de toda la identidad corporativa) que se encargan de que, ahora que lo he conseguido, no me quede afónica.